El jardín interior, es uno de los espacios más antiguos de la arquitectura mediterránea, antiguamente muchas de las casas se construían en torno a un patio o espacio abierto. Con la intención de tener una fuente de luz, de ventilación y una agradable vista desde los cuartos interiores. El jardín interior dota a la casa de una extensión del exterior, trayéndolo a la intimidad del espacio cerrado.
Ideal para la meditación. En algunos de los casos no está del todo abierto, si no que se aprovecha un tragaluz, un espacio muerto como el que queda debajo de los peldaños de una escalera abierta y con luz, para poner un par de plantas de media sombra.
En otros casos cuando la casa no tiene suficiente espacio hacia las fachadas, se aprovecha para dar ventilación a un cuarto, o bien ventilación cruzada, si éste tiene ventanas en alguna otra de las fachadas. También para crecer un espacio, como una sala de tele con puertas de cristal corredizo, crean del jardín interior un espacio desayunador.
Estos espacios son sumamente aprovechables cuando por el clima no es conveniente salir al jardín, de esta manera se trae un poco de verdor y de naturaleza hacia las áreas privadas.
Algunos más originales lo incluyen en su sala de baño. Colocando la regadera en un espacio abierto con buena relación a un jardín interior, cerrado por comodidad. Pero con un tragaluz. De manera que el espacio se percibe como una regadera en un ambiente natural.
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